Colegiada nº: CL05441

Desmitificando la terapia: lo que necesitas saber antes de tu primera sesión

La búsqueda del bienestar emocional y mental es un viaje personal y valiente, y una herramienta poderosa en este camino es la terapia. Sin embargo, es natural que puedas tener preguntas, inquietudes o incluso ciertos mitos en mente antes de tu primera sesión.

En este artículo, desmitificaremos la terapia, proporcionaremos información esencial que necesitas saber y te prepararemos para aprovechar al máximo esta experiencia transformadora.

1. La terapia no es solo para «problemas graves»

Uno de los mitos más comunes es que la terapia solo es para personas con trastornos mentales graves. En realidad, la terapia puede ser beneficiosa para cualquier persona que esté buscando un mayor autoconocimiento, habilidades de afrontamiento, crecimiento personal o una mejoría en su calidad de vida. Las sesiones de terapia ofrecen un espacio seguro para explorar tus pensamientos y emociones, independientemente de la intensidad de tus desafíos.

2. No estás solo/a

La idea de compartir tus pensamientos y emociones más profundos con un extraño puede ser intimidante. Sin embargo, es importante recordar que los psicólogos están entrenados para brindar un ambiente acogedor y sin prejuicios. Tu terapeuta está allí para escucharte, apoyarte y guiar tu proceso de exploración y sanación.

3. No hay respuestas rápidas

La terapia es un proceso gradual y no una solución rápida. No esperes que todos tus problemas se resuelvan después de la primera sesión. La terapia requiere tiempo, compromiso y trabajo personal. A lo largo de las sesiones, irás descubriendo patrones, aprendiendo nuevas formas de afrontar desafíos y desarrollando habilidades para el bienestar.

4. Tú defines tus objetivos

Tu terapia es un espacio centrado en ti y en tus necesidades. Puedes establecer tus propios objetivos y áreas en las que deseas trabajar. Tu terapeuta te ayudará a explorar esos objetivos y a desarrollar un plan para alcanzarlos.

5. Es normal sentir emociones durante la terapia

La terapia puede ser emocionalmente intensa, y es completamente normal experimentar una variedad de emociones durante las sesiones. Puedes sentirte aliviado/a, emocionado/a, triste o incluso frustrado/a en diferentes momentos. Tu terapeuta está allí para apoyarte a medida que exploras estas emociones.

6. La confidencialidad es fundamental

La confidencialidad es un pilar fundamental en la terapia. Lo que compartas con tu terapeuta se mantendrá confidencial, a menos que haya un riesgo inmediato para tu seguridad o la seguridad de otros. Esta confidencialidad crea un espacio seguro en el que puedes abrirte sin miedo al juicio.

7. La terapia no es solo hablar

Si bien hablar es una parte esencial de la terapia, no es la única forma de comunicación. Dependiendo de tu estilo de aprendizaje y preferencias, tu terapeuta puede utilizar técnicas como la escritura, el arte o la práctica de habilidades concretas para ayudarte a alcanzar tus objetivos.

8. La relación con tu terapeuta es importante

La relación entre tú y tu terapeuta es un factor crucial en el éxito de la terapia. Es importante que te sientas cómodo/a y seguro/a con tu terapeuta. Si en algún momento sientes que la conexión no es adecuada, está bien buscar otra opción.

9. La terapia no es una solución mágica

La terapia puede ser profundamente transformadora, pero no es una solución mágica. Requiere trabajo, esfuerzo y compromiso de tu parte. El progreso puede ser gradual, pero con el tiempo y la dedicación, puedes lograr cambios significativos en tu vida y bienestar.

10. Tu terapeuta es un profesional

Es importante recordar que tu terapeuta es un profesional capacitado y con experiencia en el campo de la salud mental. Confía en su orientación y conocimientos, y no dudes en hacer preguntas si tienes inquietudes.


La terapia, por tanto, es una herramienta valiosa para promover el bienestar emocional y mental. Al desmitificar la terapia y comprender estos aspectos clave antes de tu primera sesión, estarás mejor preparado/a para aprovechar al máximo esta experiencia transformadora.

Recuerda que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso valiente hacia el autodescubrimiento, la sanación y el crecimiento personal.

¡Tu bienestar emocional es importante y mereces el apoyo que la terapia puede ofrecer!

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